
Estos grupos de chat crearon espacios digitales en los que los lugareños intercambian bienes escasos y comparten información vital sobre la disponibilidad de productos en las tiendas gestionadas por el gobierno, los empresarios creativos ofrecen servicios de entrega en línea y los vendedores del mercado negro venden productos básicos que escasean. Los habitantes de La Habana, la capital de Cuba, utilizan chats grupales semipúblicos en aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram para acceder a alimentos, productos de higiene, medicamentos y otros productos de primera necesidad en épocas de escasez y, en particular, durante la pandemia de COVID-19.


